un cuento de lo más inverosimil.

Tributo al CCH

The monkey the man then the gun

¿Que habrá querido decir Manson con eso? me pregunto un amigo que siempre llevaba consigo sus libritos de los discos, los booklets, le decía que los dejara en su caja que a si se maltratarían pero me respondía que siempre compra dos álbumes uno de colección, casi ni escucharlo y el de uso rudo. También me pregunto que que significaba amar a una pistola o ser el dios de la mierda. Siempre se cuestionaba la letra de sus artistas favoritos y divagábamos en los laberínticos pasillos del CCH ,en eso yo le decía que que quería decir Peter murphy con get bore in the flat field o Bowie con su ground control to major tom. Nuestros maestros del CCH eran de los mas aburridos y huevones excepto uno o tal vez dos ,eran huevones pero no aburridos, el de física. El era un activista de hueso colorado .Daba una hora de sus marchas, amigos en huelga de hambre, sus comentarios a la noticia más reciente y otra hora a su clase. Eso lo figuramos cuando a las dos semanas repetía ese plan que parece planeado pero no, unas veces lo cambiaba primero física u otras todo política. Las chavas del salón se salían a platicar cuando el hablaba de sus inquietudes. Vestía o viste no se si viva pantalón de mezclilla azul, playera blanca y chamarra de mezclilla, siempre .También recomendaba buena música como grupos perdidos de psicodélica. De la fascinación por las letras y el arte de nuestros grupos favoritos pasamos a la literatura. Hablábamos de Cortazar y Borges, siempre en ese orden y casi siempre llegábamos a los temas preferidos de Borges como ser uno soñado por alguien mas, el espejo, el laberinto, las bibliotecas.

-¿Si te parece posible ser el sueño de alguien?
-si de dios, ¿de quien mas puede ser?
-¿De que dios?
-no lo se, cualquiera desde el chucho hasta cthulu.
-¿Ahí vas con los mitos que creo Lovecraft, verda?
-si son fascinantes, tu que no quieres leerlo y prefieres el cuento there are more things que Borges escribe al estilo de Howard Philips y dedica a el.
-Sip, el dice que no comete el error de lovecraft que es describir al monstruo, igual que hace polansky en el bebe de rosemary, el evita mostrar al bebe lo que si pasa en la novela .
-Bah, puras opiniones, a mi me gusta la novela y la película, igual que pasa con Burges y Kubrick, cambian finales y ambos son sorprendentes.

Eso decíamos cuando debíamos entrar a la clase de taller de redacción que era un fastidio porque aunque leíamos libros buenos el maestro era pésimo. Recuerdo que un día pase en frente del maestro quien estaba sentado en su mesa y oigo un cuchicheo y le digo: ¿me llamo? Y el enfurecido: NO, estaba hablando para mi mismo y pensé que demonios le pasa. En cada clase nos daba media hora para escribir cosas, final alterno al largísimo cuento de tito Monterroso, una persecución, cosas así, las leíamos y siempre decía, muy bueno, otras el las leía y no marcaba las terribles faltas de ortografía y supimos que nos las marcaba por flojera si no por ignorancia ya que en el pizarrón escribía peor que muchos de nosotros. Y calificaba con cuadernos, las chicas siempre lo adornan con colorcitos y recortes y el maestro fascinado y yo con todas las tareas con ansias de una crítica a un cuento; me ponía malas notas por la fea letra, que si era legible pero fea.

Obvio nos la saltamos, que hermoso es tener un colegio enorme donde perderse. Fuimos a una banca a seguir divagando. La escuela tenia bancas de cemento con piedras volcánicas. No se cual fue el tema esta vez, ah si ya recordé oímos a Led Zeppelín cada quien con un audífono y uno decía wow tengo la guitarra y en el mió solo se escuchaba el bajo y la voz algo lejana no se si era que su discman había sufrido caídas y quemadas de tercer grado y se había emborrachado con cervezas derramadas pero así se escuchaba. La voz de Robert Plant imitando la guitarra ¡que buenos viajes!

Más adelante en quinto y sexto semestre uno escoge sus materias y nos separamos, según yo quería ser traductor de comics y me metí a comunicación pensando que eso era más cercano al medio impreso, poco a poco lo de comunicación no me gusto y empecé a escribir más. El acabo el CCH de forma adecuada y yo me quede un año por estadística, malditos maestros de estadística, pero ese año lo aproveche de maravilla.